martes, 4 de septiembre de 2012


El apostolado

    Es una señal de amistad. Sería muy egoísta guardarte el secreto para ti solo dejando que tus amigos se vayan por rutas incorrectas. Hacer apostolado significa compartir, significa guiar, significa iluminar a todos los que te rodean para que todos lleguen a su fin, que es Dios.
 El apostolado es sobreabundancia de Amor. No de nuestro amor humano, forzosamente imperfecto, sino del amor de Jesús en nosotros.
  
Los apostolados más comunes son:
  • Visitas a enfermos en hospitales, para platicar, para ayudar como voluntario.
  • Visitas a presos, para ayudar según necesidades específicas
  • Visitas a niños en orfanatorios, ya sea para jugar, para ayudar con tareas, para limpiar, para enseñar catecismo, etc.
  • Catecismo
  • Ayuda en alguna parroquia
  • Enseñanza de la Biblia
  • Apostolado de la confesión

 
   No pocas veces hacer apostolado es difícil, nos  expone, nos da inseguridad. Puede a veces implicar la oposición y el rechazo. Estas dificultades pueden convertirse para nosotros en ocasión para adherirnos más a la Cruz de Jesús, a renovar nuestra  confianza en Dios, que puede más que el egoísmo y la cerrazón humana, y a forjar nuestra voluntad en una aproximación combativa y luchadora a la vida cristiana, que no se deja vencer fácilmente ante las dificultades.

El apostolado nos  configura con el Señor Jesús  que es el primer y más grande Evangelizador,  nos compromete más con nuestra propia vida cristiana  quién no ha experimentado que la propia fe se fortalece al hacer apostolado, al exponerse delante de otros, al tener que dar testimonio público de las propias convicciones. Al ver  nuestra  vida cristiana como apostolado evito caer en la contradicción del cristiano “a tiempo parcial”. En la familia, en el trabajo, en la universidad o el colegio

El apostolado nos reviste del Amor de Cristo. Haciendo apostolado se nos dilata el corazón, aumentando la  capacidad de amar, de entregarse, rompiendo las barreras de nuestro egoísmo y de nuestras  mezquindades.

El apostolado me da serena alegría.

                                
Limpiando la Casa Hogar Mariano Marianchi

 
Haciendo un rico jugo para los abuelos
     La comida lista para servir
  Edwin Fernandez  ayudando a la abuelita a comer

   Terminando de cocinar para los abuelos

Abuelos almorzando



Evangelizando en San Antonio de los altos Miranda

Evangelizando en San Antonio de los altos Miranda